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Cada ser humano es un mundo aparte y una incógnita permanente en cuanto a la vida íntima y personal. ¿Por qué se da el engaño en la pareja? ¿Si uno ama y es amado por qué termina buscando fuera lo que tiene en casa? ¿Qué está ocurriendo cuando uno se pregunta si su pareja es fiel o promiscua?
La antropóloga de la Rutgers University Helen Fisher, en una de sus encuestas ha señalado que la mayoría de los hombres y de las mujeres que tienden al engaño están muy felices con su relación primaria o matrimonio y otros expertos concuerdan con los resultados de dicha investigación.
En otros estudios, la Asociación Sociológica Americana, ha en cierto modo deducido también que la infidelidad en las parejas estables estaba causada por el deseo de aventura, romanticismo y pasión pero sin intención de abandonar el matrimonio. Mientras, un reciente estudio de evidencias de fenotipos de estrategia de apareamiento alternativos tanto en hombres como en mujeres sugiere la clara existencia de un grupo de seres humanos más interesados en las aventuras a corto plazo y otro grupo que prefiere formar compromisos a largo plazo.
Indudablemente, cada caso es único y existen infinitas razones en la conducta humana y sus tendencias hacia la promiscuidad o fidelidad.
En mis consultas observo que el engaño, cualquiera fuese la razón, es altamente destructivo particularmente si existe un compromiso de fidelidad mutua y a veces, asumida. Muchas veces, la intuición ayuda a percibir síntomas de una infidelidad, lo cual ayuda a aclarar la situación o simplemente libera a quien descubre el lamentable engaño.
Entre las señales evidentes de que estás haciendo engañado/a, se destacan las siguientes:
Obsesión con el celular, extremo cuidado en no dejarlo a la vista, cambio de claves y de hábitos tal como borrar textos y llamadas de inmediato, llamados a horas imprevistas contestados en privado, etc.
Se notan cambios en la relación sexual, tanto en el decaimiento de interés, cambios de estilo en la intimidad y falta de intensidad o rechazo.
Excusas en llegadas tardes o cancelaciones de salidas planeadas.
Cambio de estilo en el vestir, un cuidado obsesivo en la apariencia física.
Pasa demasiado tiempo en la red social, computadora, tableta.
Pide espacio por estar confundido/a.
Confiesa que los sentimientos por ti han cambiado, evita contacto físico, te rechaza.
Busca discusiones por lo más insignificantes o al contrario, expresa culpabilidad con regalos inesperados o esforzándose en compartir tiempo juntos.
Hay problemas o falta de comunicación, o discusiones continuas.
La relación ha caído en la rutina y el aburrimiento.
La lista realmente es interminable, sin embargo es saludable observar detalles en forma objetiva sin llegar a extremos de sospechas imaginarias. La comunicación abierta y sincera es primordial en la vida de pareja, tanto en la que recién se está conociendo como la de largo tiempo de convivencia. El apoyo de un experto en el tema de la fidelidad versus la infidelidad es indudablemente de gran ayuda