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Son muchos los que se lamentan de nacer sin el manual que les oriente por la vida, quejándose de los sinsabores de un “despropósito existencial”, culpándose de cometer tantos errores, acusando a terceros del sufrimiento creado innecesariamente, y hasta acuñan a “malas estrellas o malos karmas” el infortunio en sus historias. Desconocen el gran aporte tutelar que al respecto ofrece aquello que en Astrología se denomina Carta Natal, mejor conocida como horóscopo o carta astral. La ciencia astrológica, cuya metodología ubica al ser humano como micro universo y biocentro del mundo, nos enseña que todos nacemos con una huella cósmica particular, que nos influye psicofísicamente, en lo emocional, energético y espiritual; con influencias planetarias que inclinan pero no obligan.
No tratamos con fuerzas que nos compelen o castigan, sino con energías que están tanto adentro de nosotros como en el Cosmos. Cada ser tiene poder de elección dentro de los límites saludables (necesarios) de su modelo estelar de nacimiento. La información astral (astros) nos revela, de manera única para cada persona -lo que no da pie para estereotipos, clichés, generalidades o estandarizaciones -, cómo manejar conscientemente nuestras vidas desde la propia cosmología; esto es, con PROPÓSITO. El Astroanálisis nos centra en nuestra realidad, que es interna. Gracias a un verdadero auto-conocimiento podemos no sólo concientizar las influencias planetarias, sino la forma de trascenderlas y re-crear nuestra vida, haciéndonos responsables de nosotros mismos, de nuestro comportamiento y reacciones.
La Astrología es una herramienta sistémica de interpretación de movimientos cíclicos planetarios, en términos de características, conductas y actividades humanas, a partir del punto de vista de un individuo, quien nace con un mapa del cielo (en un lugar, día, hora y año específico). Muestra el modo en que un ser está orientado: es la vista individual sobre la vida. Simboliza su inclinación particular sobre las cosas. En consecuencia, sirve de guía o camino que señala la clase de viaje que hace una persona en y a través de su vida. Este sendero tiene intersecciones, puede conducir a otros caminos alternativos, a rutas principales o desvíos traicioneros, todo simbólicamente representado en el mapa astral y que, un Psíquico Astroanalista sabe descifrar para orientar al nativo en su propósito hacia su “Vía Láctea Interior”.
La herramienta astrológica es una valiosa clave para la comprensión física, psicológica, intelectual, energética, kármica y espiritual de las personas; revela todo de nuestras experiencias, reencarnaciones, traumas y adaptaciones de la niñez, así como la forma en que todo esto se relaciona con nuestra vida actual, así como nuestra misión y propósito, lecciones para aprender, decisiones a tomar, desafíos a encarar, conflictos a resolver, talentos, dones, debilidades y fortalezas. La Carta Natal es sólo un mapa, y si alguien quiere viajar por su vida con buen ánimo, disfrutando la aventura o, al contrario, permanecer abatido y desanimado, esto esencialmente es de su propia incumbencia o elección. La Astrología nos permite viajar a conciencia por la vida y construir, con las nuestras propias manos, el destino/propósito en el planeta: ser felices.